29/3/17

EL NADADOR EN EL MAR SECRETO

En algunas clases ya conté mi experiencia con este libro. 
Lo hice mal. La forma de leerlo no fue la adecuada. Conocí primero al autor, su vida y demasiado de esta obra antes de leerla.
En ella nos cuenta una experiencia vital propia. Lo escribió justo después de que le pasase, cuando aún tenía el alma encendida, cuando buscaba fluir y liberarse de ella o despertar y seguir en ese momento de felicidad interrumpida.
Como ya sabía de qué iba el libro (un libro tremendamente breve) sólo me quedaba ver cómo William Kotzwinkle lo construía, como lograba contar aquella historia, si caería en el sentimentalismo, si emocionaría, aburriría...
Y comenzó una lectura de expectación escéptica que poco a poco se fue saciando.
Decidí no leerlo del tirón (algo que realmente se puede hacer dada la extensión del relato) sino ir saboreándolo a cachitos. No todos esos momentos fueron igual de satisfactorios, por supuesto. 
A veces, el autor divaga en metáforas complejas con las que no lograba identificarme. Otras, releía sus palabras, empapándome con ellas como si realmente estuviese descubriendo su mar.
Sin duda, de todo me quedo con la relación de Laski y Diane, con el amor que se profesan, con el que les hará nadar y salir a flote o seguir formando parte del agua, con su entereza casi aséptica, con su valentía.
No es este un libro recomendable a todos los públicos. De hecho, no es un libro que recomendaría. Sólo creo que, si cae en tus manos en un momento adecuado, puedes disfrutarlo mucho, porque no sólo la felicidad es bonita. A veces, la tristeza y el dolor intensos pueden ser absolutamente bellos.

http://surfmusicandfriends.com/surf2016/portfolio/travesia-nado-arnao-salinas/


Él sólo reconocía las olas que volvían a llevárselos a un lugar en el que estaban solos en un amor y una tristeza que nadie más podía compartir, solos y cada uno aferrado al otro en aquella realidad

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