NO TAN NORMAL...
Era un día normal, como todos los otros. Juan estaba en clase, sin prestar demasiada atención, como era ya costumbre. Salió de clase, cuando llegó a su casa, tenía la comida encima de la mesa y como siempre con una nota de su madre: -Juan he tenido que irme, volveré a las 8. Ana (que así se llamaba ella). Encendí la televisión y empecé a verla.
De repente se fue la luz y hoy unos crujidos espeluznantes que venían de la cocina y decía:
- Ven, no tengas miedo, no te haré daño, ven...
Se abrió la puerta de la cocina y Juan supo que no llegaría a las 8.
Íñigo Isla
15/2/17
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