Ahora es en 3º de ESO donde estamos con Jorge Manrique.
Chicos, como lo prometido es deuda os dejo el poema de Luis García Montero:
Coplas a la muerte de un colega que compararemos con las de Jorge Manrique a su padre.
Debajo, os pongo el enlace de youtube para oir al grupo TNT que ha hecho una versión del poema de García Montero. No es el poema entero, sólo las estrofas de 9 a 13. Podéis escuchar todo en una actividad de dos profesoras: Lourdes Domenech y Ana Romeo, que encontraréis en la siguiente dirección:
pinchad aquí1
Recuerda, si se te olvida,
que este mundo es poca cosa,
casi nada,
que venimos a la vida
con la sombra de una losa
no pagada.
Los días como conejos
nos llevan en ventolera
al infierno,
su curso nos hace viejos
trocando la primavera
en invierno.
2
El criador, con grande enojo,
cuando en la vida nos mete
y nos suelta,
para no quitarnos ojo
nos manda como un billete
de ida y vuelta.
Nacemos al desayuno,
comemos según vivimos
y cenamos
cuando parece oportuno,
por eso mientras dormimos
descansamos.
3
Nuestras vidas son los sobres
que nos dan por trabajar,
que es el morir;
allí van todos los pobres
para dejarse explotar
y plusvalir;
allí los grandes caudales
nos engañan con halagos
y los chicos,
que explotando son iguales
las suspensiones de pagos
y los ricos.
4
Mas porque pase la vida
sin que podamos sacarla
de este pozo,
no la demos por perdida,
que es posible rescatarla
con el gozo.
Pues decidme, la hermosura
de esos dos labios tan bellos
y empapados,
cuando pierdan su ternura
¿que se podrá hacer con ellos
disecados?
5
¿Qué hace ahora pendulero,
tan vacío y contrahecho,
sin color,
aquel órgano certero
que se puso tan derecho
en el amor?
¿Qué se hizo Marilyn?
Aquellos Beatles de antaño,
¿qué se hicieron?
¿Qué fue de tanto sinfín
de galanes que en un año
nos vendieron?
6
Y los tunos, los toreros,
las cantantes de revista
en el olvido;
las folklóricas primero,
el marqués y la corista
¿dónde han ido?
¿Dónde están los generales,
sus medallas y su espada
sin conciencia,
sino esperando mortales
a que les sea dictada
su sentencia?
7
Y el ritmo de los roqueros,
los canutos y la risa
del pasota,
los chorizos tironeros
que han vivido tan deprisa
y el drogota
que se inyecta mil caballos
por las venas, los colgados
y el camello,
¿dónde iremos a buscallos,
dónde son tan olvidados,
qué fue de ellos?
8
Todo pasa, es aguanieve
que se deshace en el suelo
silenciosa,
mientras que la vida llueve
y se nos puebla de duelo
cuando acosa,
nos apremia con su mano
y con sus ojos nos niega
torpemente,
el corazón de un hermano,
la presencia de un colega
diferente.
9Recuerdo que atardecía,recuerdo que vi su cochedetenerse,recuerdo la compañíade sus ojos en la noche,sin sabersetras la boca de un gatilloque esperaba temblorosoy asesino,meterse por un pasillode aquel corazón dudosoy su destino.10Y recuerdo la culebrade la vida, fría, inertepor su cara,empapado de ginebra,esperando que la muertelo besara.Se lo llevó con desganala canción de una ambulanciamalherida,las grúas de la mañanarecogieron su arrogancia,ya sin vida.11Camarada de su gente,¡qué pantera en el corajepor nosotros!¡Qué canalla adolescente!¡Qué enemigo tan salvajecon los otros!Y para el valor, ¡qué fiero!¡Qué destreza de alimañas!¡Qué razón!Para el amor marinero,gobernando en sus pestañasla pasión.12No dejó ningún tesoro,dos jeringas en el suelosin sentido,su navaja en deterioro,su gabán de terciopelodescosido.Pero estuvo en la ciudady acaudilló los suburbioscon la suerte,y habló de la libertadhasta ver los ojos turbiosde la muerte13Y porque fue capitánde camadas y patrullassin juicio,porque ya no nacerándos manos como las suyaspara el vicio,porque jamás nos vendióy mordimos el anzuelode su historia,aunque la vida perdiódejónos harto consuelosu memoria.